UNIVERSIDAD DE JAÉN

FACULTAD DE CIENCIAS EXPERIMENTALES

DEPARTAMENTO DE BIOLOGÍA ANIMAL, VEGETAL Y ECOLOGÍA

 

INFLUENCIA DE LA CUBIERTA VEGETAL EN EL CONTROL NATURAL SOBRE PRAYS OLEAE

 

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN DE MANUEL CIVANTOS RUIZ

1. RESUMEN.

En este trabajo se presentan los resultados de investigaciones realizadas sobre la influencia de la cubierta vegetal en el control natural sobre Prays oleae. Para ello, se consideran dos zonas de olivar, una de ellas con cubierta vegetal (CV), y la otra sin cubierta, olivar tradicional (OT). También se ha investigado sobre la primera caída de fruto en el olivar (caída de San Juan), para determinar y cuantificar, si es debida a caída fisiológica o ataque porPrays oleae. Para cuantificar las caídas se fabricaron unos colectores para la recogida del fruto caído. En cuanto a la influencia de la cubierta vegetal se ha llegado a la conclusión que su implantación reporta un beneficio importante para controlar el ataque de Prays oleae, debido a que aumenta la población de especies del complejo Chrysoperla carnea, las cuales con su depredación oófoga consiguen diezmar el ataque de la generación carpófaga de Prays oleae. En cuanto a la caída de San Juan en la presente investigación no se han encontrado ningún indicio de que sea debida al ataque de Prays oleae, por lo que concluimos que la totalidad de la primera caída es debido a causas fisiológicas.

2. INTRODUCCIÓN.

En cuanto al interés del tema del presente estudio, puedo referirme al Anuario de 2005, publicado por la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, donde un trabajo realizado sobre el Olivar Andaluz, nos dice que el olivar es un elemento configurador de Andalucía, ya que la continua expansión histórica de este sistema agrícola ha marcado el paisaje, la economía y la cultura de numerosas comarcas de nuestra comunidad. La extensión territorial de los olivares y su carácter de monocultivo en muchas zonas han condicionado el modo de vida de una parte importante de la población andaluza.

Nuestra región dedica al olivar 1.478.897 hectáreas (1998/99) que representan el 30% de la superficie cultivada, aproximadamente el 60% del olivar español y el 27% del comunitario, de modo que es un cultivo de enorme importancia social en Andalucía. El número de olivareros que anualmente solicitan ayuda a la producción está entorno a 250.000, y aporta el 30% del empleo agrario del que el 46% es familiar. La recolección concentra la demanda de mano de obra durante el periodo invernal y se estima que representa globalmente más de 23 millones de jornales por año. El olivar y sus productos constituyen por tanto un sector estratégico en nuestra comunidad como sistema generador de empleo. De hecho el olivar ha fijado población en el territorio durante siglos al representar un cultivo perenne con elevadas necesidades de mano de obra.

Estimación de la producción de aceituna y aceite para Andalucía, expresados ambos conceptos en toneladas, para la campaña 2007/08.

Fuente: Estimación del Área Sistema de Información (febrero 2008)

En España, la pérdida de cosecha ocasionada por las plagas y enfermedades del olivar ha sido evaluada de hasta un 30% del producto total (De Andrés, 1991). Entre ellas, Prays oleae Bernard (Lepidoptera: Yponomeutidae) o polilla del olivo, (objeto del presente estudio), constituye una de las plagas de mayor importancia económica en el olivar a escala mundial (Guerrero, A., 2000). Únicamente ataca al olivo, Olea europeae L. (eso sí, en todas sus variedades), por lo que se extiende por todo el área mediterránea (Guerrero, A., 2000), estando presente sobre todo en las zonas septentrionales de fuerte humedad, y desapareciendo progresivamente en las regiones meridionales de clima más cálido y seco, salvo en las zonas marítimas, debido a la sensibilidad de algunos de sus estadios a la sequedad atmosférica (Arambourg, Y., 1986).

En cuanto a la novedad del presente estudio me referiré a la reforma que introduce la PAC, como requisito para recibir cualquier ayuda al olivar, mediante la Condicionalidad, por la cual los agricultores en sus explotaciones, deberán respetar una serie de normas referidas a la buena gestión del entorno natural, al bienestar animal, a la salud pública y a la sanidad animal y vegetal. En Andalucía, estas normas se encuentran recogidas en la Orden de la Consejería de Agricultura y Pesca de 23 de junio de 2005, por la que se desarrollan los requisitos de aplicación de la condicionalidad en relación con las ayudas directas en el marco de la Política Agrícola Común 12 donde se establecen una serie de condiciones agrarias y medioambientales, de las cuales, una de ellas es:

“Si la pendiente media es superior al 10% será necesario mantener una cubierta vegetal en las calles transversales a la línea de máxima pendiente.” Con la presente medida lo que se pretende controlar es la erosión que se produce en los suelos del olivar, pero en este estudio se quiere demostrar que la cubierta

vegetal, a parte de controlar la erosión, produce otra serie de aspectos beneficioso en el olivar. Como en la mayoría de los cultivos extensivos, las prácticas de laboreo aplicadas en olivicultura han incidido negativamente en la diversidad de la flora y a la fauna, incluyendo a la fauna edáfica (Hodkinson y Hughes, 1993), y muy especialmente al índice de la fertilidad del suelo (Chauvin, 1967)Su finalidad es la de eliminar especies herbáceas y leñosas asociadas al olivar, lo que no obstante repercute en un empobrecimiento generalizado de las comunidades de vertebrados e invertebrados directamente asociados a estas y de las que manifiestan un cierto grado de dependencia, temporal o permanente.

El uso sistemático del arado ocasiona un desmenuzamiento de la capa superficial, perjudicando a las formas hidrófilas, y ocasionando un destrozo mecánico para diversas especies de anélidos y artrópodos formadores del suelo, en beneficio de otras especies perjudiciales. El papel de la fauna edáfica es primordial en la degradación mecánica y física de los residuos vegetales, en el ciclo biogeoquímico de los nutrientes, y proporciona una dispersión activa de la materia orgánica en el sentido vertical y horizontal.

Las prácticas de laboreo limitan notablemente la viabilidad de la comunidad de enemigos naturales, lo que se refleja en una reducción de la actividad entomófaga, proporcionado condiciones óptimas para el incremento de los niveles de los fitófagos. La transición al estado de plaga se produce por tanto como resultado de la existencia de grandes extensiones de hábitat favorables para los fitófagos, caracterizados por la baja diversidad vegetal (Roades, 1976) por lo que la comprensión de la interacción insecto-planta será de importancia primordial para la formulación de estrategias de control de las plagas.

La fertilización artificial, que el agricultor se ve obligado a aplicar, para paliar los efectos negativos ocasionados directa e indirectamente por el laboreo, en general fomenta la proliferación de artrópodos especialistas, devoradores de detritus, y contribuyen a la desaparición de especies autóctonas, al ser desplazadas por las anteriores. Además, suponen un incremento de la susceptibilidad de la planta frente a plagas y enfermedades (Vam Emden, 1966).

La aplicación sistemática de ciertas medidas de control efectuadas por los agricultores han contribuido a acentuar aún más el desequilibrio generado, provocando un empobrecimiento progresivo de la comunidad de enemigos naturales de las plagas (Vives de Quadras, 1988), favoreciendo la aparición de resistencia a los insecticidas (Carrero, 1996).

La diversidad específica del agroecosistema constituye un índice de su estabilidad (Odum, 1971; Metcalf y Luckman, 1990) y por este motivo, los balances ecológicos que mediante el control integrado de plagas se buscan en el olivar, requieren el apoyo de los enemigos naturales (Russo, 1938; Ripper, 1956; Neilson y col., 1971; Dahlsten, 1982; Arambourg, 1986; Metcalf y Luckmann, 1990; Coulson y Witter, 1992). Un adecuado planteamiento, ejecución y programación de las prácticas agronómicas, son por tanto decisivos para garantizar la supervivencia de los enemigos naturales. A este respecto, destacamos que en los ecosistemas con mayor diversidad vegetal, las explosiones generalizadas de insectos fitófagos se producen más esporádicamente (Hodkinson y Hughes, 1993). En cuanto a enemigos naturales el presente estudio se centra en depredadores entomófagos del olivar, los crisópidos, y en especial las especies del complejo Chrysoperla carnea sensu lato los mas representativos, al consumir una amplia variedad de

presas (Arambourg, 1986), aunque su dieta fundamental lo constituyen los huevos de Prays oleae (Ramos y Ramos, 1990). Añadir que las ayudas que se dan al olivar a través de la PAC, tal y como las conocemos en la actualidad se terminarán en el 2013. Las nuevas ayudas vendrán impuesta a través de la Condicionalidad la cual impone una serie de normas para recibir las ayudas, como se ha dicho anteriormente una de ellas será dejar cubierta vegetal, por lo que el siguiente estudio viene a reforzar la imposición de la cubierta, pero no solo para controlar la erosión si no también para controlar una de las principales plagas del olivar, a la vez que se aumenta la biodiversidad del ecosistema, otro objetivo de la condicionalidad. Además el olivarero entiende mejor las medidas encaminadas a controlar plagas que otras, ya que el control de las mismas con lleva una mejor producción con el consiguiente aumento económico.

Chrysoperla. Fuente Ramón González Ruiz. Prays oleae. Fuente Ramón González Ruiz.

Hipótesis de Partida. Con el presente estudio se pretende discernir si la cubierta vegetal implantada en un olivar proporciona una mejoría considerable en cuanto al control de Prays oleae, debido al aumento de la biodiversidad y concretamente al control que realiza Chrysoperla carnea como depredador de los huevos de Prays oleae. Para lo cual se han utilizado dos parcelas de olivar, una en la que no existe cubierta vegetal (olivar tradicional), y otra parcela con cubierta vegetal. Para esta necesidad se han realizado una serie de muestreos que se desarrollaran a lo largo del estudio.

Por otro lado se pretende cuantificar la primera caída de fruto en el olivar (caída de San Juan), para ver que porcentaje es atribuible a Prays oleae, y a causas fisiológicas, de modo que se han fabricado 10 colectores para recogida de fruto caído, éstos se han colocado 5 en cada parcela de estudio, para de esta forma recoger los frutos estudiarlos y ver las causas que han provocado la caída.

3. OBJETIVOS.

A.) Determinar la influencia que ejerce la cubierta vegetal herbácea sobre la actividad de los crisópidos para minimizar las pérdidas producidas por Prays oleae. B.) Cuantificar la caída de fruto atribuible a P. oleae durante la etapa de penetración de las larvas hacia el endocarpo.

C.) Determinar la posible influencia de la cubierta vegetal en la caída fisiológica.

4. MATERIAL Y MÉTODOS. 4.1. Descripción del área de estudio. El estudio se ha llevado a cabo desde 15/05/2008 hasta 08/08/2008 en un olivar de la provincia de Jaén. El olivar está en el término de Mancha Real, a unos 25km.al noreste de Jaén. Coordenadas geográficas: Zona de olivar tradicional. lat. 37o 52’ 620” N long. 003o 37’ 306” W alt. 478’3 m. Zona de cubierta vegetal. lat. 37o 52’ 559” N long. 003o 37’ 182” W alt. 480’6 m. Los olivos corresponden a la variedad picual, de 20 a 60 años de edad, cultivados con un marco de plantación de 10m. x 10m. La producción media por árbol se sitúa en torno a los 40-45kg están sometidos a un régimen de irrigación por goteo

en el periodo comprendido entre marzo y octubre. La recolección tiene lugar entre los meses de diciembre y febrero, e inmediatamente después comienza la poda. La lucha contra Prays oleae está dirigida especialmente contra las generaciones antófaga y carpófaga, siendo lo más frecuente la aplicación de los tratamientos sobre las larvas de la generación antófaga (Arambourg, 1986), y llevándose a cabo al inicio de la apertura de los botones florales, a mediados de mayo aproximadamente.

Al olivar se le han aplicado los siguientes tratamientos: -Insecticidas: Dimetoato, a mediados de mayo (contra 2a generación de Prays), Urea, Potasio (una cura contra el repilo) también en la misma fecha. -Herbicidas: Se realizó una cura en la zona de olivar tradicional alrededor del 4 de junio. Los más utilizados en el olivar son el Diurón y la Terbutilacina, estando restringido su uso en los ruedos del olivo y sólo se puede aplicar una vez al año. -Fertilizantes: Abono foliar (Nitrato potásico) dos veces al año (fin recolección, cuajado del fruto), añadiendo cobre en la primera. El cobre se usa para luchar contra el repilo, el N es clave para la recuperación del árbol, y el K repercute en el rendimiento final del fruto, ayuda a que se desarrolle el fruto y nazca el aceite. Abono a través del goteo durante todo el año en poca cantidad. 4.2. Diseño experimental. En el diseño experimental en principio se han diferenciado dos áreas dentro de la zona seleccionada, por una parte se escogió una parcela de olivos en la cual no existe ningún tipo de cubierta vegetal (olivar tradicional) y la otra parcela de olivos tiene una cubierta vegetal adventicia ( poner sp de plantas), que se mantuvo hasta el 20/06/2008, momento en el cual fue arada y dejada en el suelo sin enterrar.

Para la realización del estudio y poder explicar los diferentes materiales y métodos utilizados en el diseño debo diferenciar varios aspectos en los cuales se centra el estudio: A) Control de población de Chrysoperla carnea.

B) Control de población de Prays oleae. Mediante la observación en fruto de las puestas realizadas por la misma, a la vez que se observan el porcentaje de huevos eclosionados, ataque potencial, ataque final, así como el porcentaje de depredación causado por Chrysoperla carnea, y el resultante de frutos salvados por su acción.

C) Control de caída de frutos para determinar sí la caída es debido a causas fisiológicas o al ataque de Prays oleae. A) Control de población deChrysoperla carnea. Para esta acción se utilizaron trampas olfativas Mc Phail, cebadas con fosfato biamónico (atrayente nutritivo), en número de 5 para cada parcela, en total se han utilizado 10 trampas. Se decidió colocar es tipo de trampas, ya que en estudios anteriores se ha podido demostrar que este tipo de trampas atraen principalmente a la hembras, (Art. Influencia de las masas forestales en la diversidad y abundancia de los Crisópidos del olivar. R. González-Ruiz. S. Al-Asaad y A. Bozsik), las cuales son las que realizan las puestas que darán lugar a las larvas que atacan el huevo de Prays oleae. Su colocación se realizó a lo largo de una hilera de olivos, de modo alternativo, hasta colocar las 5 trampas en cada área de estudio.

La fecha de puesta de trampas fue el día 23 de mayo del 2008, de modo que semanalmente se recogían las muestras durante el periodo comprendido entre el 23/05/2008 hasta el 08/08/2008, de resulta que se tienen datos de 11 semanas.

La recogida de muestra se realizaba de la forma siguiente. Utilizando un colador y un bote se coge la trampa se descuelga y se vierte el contenido (fosfato biamónico) sobre el colador, para que las capturas queden en el colador y el fosfato biamónico pase al bote de esta forma conseguimos dejar el fosfato limpio para su posterior vertido en la trampa. Una vez la muestra en el colador se pasa e enumerar las capturas de Chrysoperla y desechar los demás insectos capturados, los individuos capturados son introducidos en un bote correspondientemente etiquetados para su posterior análisis. Decir que el fosfato biamónico de las trampas tuvo que ser rellenado 4 veces a lo largo del periodo de muestreo, ya que, el mismo cristalizaba por efecto de la evaporación debido a las altas temperaturas ocurridas durante las fechas indicadas. Trampas olfativas Mc Phail, cebadas con fosfato biamónico 4% (p/v). B) Control de población de Prays oleae, mediante la observación en fruto. Lo que se hizo fue recoger alrededor de 50 frutos de diferentes árboles en cada parcela de estudio en el intervalo comprendido entre el 10/06/2008 hasta el 11/07/2008, con el resultado de 6 muestreos, (10/06/08, 16/06/08, 20/06708, 27/06/08, 04/07/08, 11/07/08). La recogida de muestra se ejecutaba de forma aleatoria en diferentes árboles así como en partes diferentes de los susodichos árboles, los frutos eran recogidos mediante el corte con tijeras por la parte superior del pedúnculo de la aceituna, por que Prays oleae,realiza sus puestas en el cáliz de la aceituna preferentemente y esta no debe destruirse para su posterior análisis. Una vez el fruto recogido y etiquetado se lleva el laboratorio para detectar a través de microscopio las diferentes puestas, así como diferenciar huevos vivos, eclosionados o depredados, estos datos se introducen en una hoja de cálculo diseñada para este objetivo, que

nos determina la población de Prays oleae y los diferentes parámetros necesarios para el estudio, que se reflejan en las siguientes tablas. Los parámetros especificados en las tablas, referidos al ataque de Prays oleae y a la depredación oófoga son los siguientes.

-Eclosionados %. Porcentaje de huevos eclosionados respecto a la suma de los huevos vivos y eclosionados. -Población. Número de huevos depuestos en 100 aceitunas. -Ataque potencial %. Porcentaje de frutos con al menos un huevo vivo, depredado o eclosionado.

-Ataque total %. Porcentaje de frutos con al menos un huevo vivo o eclosionado. -Ataque final %. Porcentaje de frutos con al menos un huevo eclosionado. -Depredación %. Porcentaje de huevos depredados respecto al número total de huevos vivos, depredados y eclosionados.

-Salvados %. Porcentaje de frutos en los que los huevos han sido eliminados por la acción de los Crisópidos. Decir que el periodo de muestreo realizado viene condicionado, el principio, por el inicio de puestas de Prays oleae, y el final, por el aumento de tamaño de la aceituna lo cual provoca que la parte del cáliz quede oculta en la zona de inserción con el pedúnculo, y no sea fácilmente visible las puestas de Prays oleae.

Foto donde se pueden apreciar tres huevos de Prays oleae, justamente en la inserción del pedúnculo con el cáliz del fruto. C) Control de caída de frutos. Para determinar la caída de frutos de los olivos, se fabricaron unos colectores experimentales para los cuales utilizamos los siguientes materiales.

-Fardos de malla transpirable.

-Alambres de 3mm y de 1mm de diámetro. -Embudos. -Frascos de plástico. -Silicona.

Para la fabricación de los colectores lo que se concibió fue lo siguiente: Con el alambre de 3mm se ejecutó un aro, al cual se le adecuo un trozo de fardo cortado a medida del aro, de modo que se tejió con alambre de 1mm alrededor del aro, posteriormente se tejió el trozo de fardo dándole forma de embudo. En la parte Terminal del fardo se adjunto el embudo de plástico y a esté se le pego con silicona el frasco de plástico para recoger las muestras de fruto caído. Una vez elaborados los 10 colectores se colocaron 5 en cada área de estudio. La colocación se efectúo de manera aleatoria pero de forma, que para ubicar los colectores se necesitaban ramas las cuales no tuvieran otras ramas por encima, ya que podían interferir en la investigación, por caída de frutos de otras ramas no contabilizadas. Una vez colocados los recogedores y aisladas las ramas designadas, se paso a contar los frutos cuajados de las ramas seleccionadas para cada colector. El conteo se cometió el 13/06/2008 y viene reflejado en la siguiente tabla. Al finalizar el conteo de cada colector al frasco de plástico adjunto al embudo se rellenó con una solución al 30% de alcohol y 70% de agua, de forma que los frutos caídos se mantuvieran en buen estado. La recogida de muestra se ejecutó dos veces por semana, lunes y viernes en el periodo comprendido entre el 13/06/2008 hasta el 01/08/2008. Datos que se reflejan en la siguiente tabla.

Para la recogida de muestras lo que se hacia es mirar si había caído fruto, y si era así, cambiar por otro bote con su consiguiente solución. Los botes con la muestra se etiquetaban para su posterior observación en el laboratorio. Está consistía en mirar al microscopio los frutos para determinar la causa de su caída, a la vez que se introducía en la hoja de cálculo.

El día 08/08/2008 se retiraron los colectores y se efectuó el conteo de los frutos que habían quedado en las ramas. Los frutos que permanecieron en las ramas fueron recogidos y etiquetados para su posterior análisis, este análisis consistió en abrir cada uno de los frutos, y determinar si estaban atacados por Prays oleae.

4.3. Análisis estadístico.

Influencia de la cubierta vegetal en el control natural sobre Prays oleae.

5. Resultados

I. Parámetros de ataque de Prays oleae.

Durante el examen fenológico, se observa que en la zona de estudio la fructificación tuvo lugar a partir del 28 de mayo de 2008, y los huevos correspondientes a la generación carpófaga comienzan a apreciarse a partir del 6- 7 de junio. Los muestreos secuenciales en los frutos comienzan por tanto a partir de esta fecha, y los resultados de los muestreos en ambas parcelas (olivar con cubierta vegetal y olivar tradicional) relativos a los diferentes parámetros del ataque de P. oleae a las aceitunas (M&M) se presentan en la Tabla 1. Estos serán objeto de estudio en apartados siguientes.

Tabla 1. Parámetros relativos al ataque de P oleae en sendos olivares (cubierta vegetal: C.V); (olivar tradicional: O.T.) durante el periodo de eclosión (>90%) de huevos.

1. Población de Prays oleae.

En la Gráfica 1 se representa la evolución de las poblaciones de huevos de P. oleae en las parcelas del estudio. A partir del 10 de junio (cuando el número de huevos es de 40/ frutos) los valores se incrementan paralelamente en ambas parcelas hasta mediados de mes, y desde esta fecha se mantienen en ambos casos en niveles máximos de aproximadamente 90 hv/100 frutos.

Gráfica 1. Evolución de las poblaciones de huevos de P oleae (no de huevos/100 frutos) en sendos olivares (cubierta vegetal y olivar tradicional).

En la Gráfica 2 se representan los parámetros estadísticos (media, desviación estándar y error estándar) del número de huevos de P. oleae depuesto en las dos zonas estudiadas.

Gráfica 2. Media, error estándar y desviación estándar del número de huevos contabilizados en ambos olivares (cubierta vegetal: 1 y olivar tradicional: 2).

La aplicación del test de homogeneidad de las varianzas, indicado a continuación, muestra que es muy alta entre las distribuciones de datos (p=0,91), lo que permite la aplicación del análisis de la varianza (anova) para distribuciones paramétricas.

Test Levene, homogeneidad de las Varianzas. No de huevos en ambas condiciones.

En el análisis de la varianza para distribuciones paramétricas, como se puede observar a continuación, no se aprecian diferencias estadísticamente significativas entre las series de datos correspondientes a ambas condiciones de estudio (p=0,95).

Análisis de la Varianza. Numero de huevos depuestos en ambas condiciones.

2. Ataque Potencial.

La evolución del ataque potencial (%AP) durante el periodo 7 junio a 11 de julio se representa en la Gráfica 3. En ambos casos se aprecian valores muy semejantes a lo largo del periodo, así como una muy similar tendencia.

Gráfica 3. Evolución del ataque potencial de P oleae (% frutos conteniendo al menos 1 huevo) en sendos olivares (cubierta vegetal y olivar tradicional).

Como en el caso anterior, se aprecian (Gráfica 4) valores estadísticos muy semejantes entre las distribuciones de datos correspondientes a las condiciones ensayadas.

Gráfica 4. Media, error estándar y desviación estándar del ataque potencial en ambos olivares (cubierta vegetal: 1 y olivar tradicional: 2).

La homogeneidad entre las varianzas (Test Levene; p=0,91), permite la aplicación del análisis de la varianza para distribuciones paramétricas.

Test Levene, homogeneidad de las Varianzas. No de huevos depuestos en ambas condiciones. SS Df MS SS df MS F p Effect Effect Effect Error Error Error

Nuevamente, no se aprecian diferencias estadísticamente significativas entre ambas distribuciones de datos (ANOVA, p=0,95), lo que nos permite asumir que no existen diferencias significativas en cuanto al grado de ataque potencial en ambas parcelas, o lo que es igual, la oviposición de P oleae es independiente de la presencia o ausencia de cubierta vegetal en el olivar.

Análisis de la Varianza. Ataque potencial en ambas condiciones.

 

II. Crisópidos y depredación. 1. Evolución de las capturas de adultos.

La evolución del nivel de capturas de los principales depredadores (Chrysopidae) de P. oleae Crisópidos durante el periodo se representan en la Gráfica 5.

Gráfica 5. Media, error estándar y desviación estándar de las capturas de crisópidos en

trampas Mc Phail cebadas con fosfato biamónico, considerados ambos olivares.

Se aprecia la existencia de un cambio brusco en los niveles de capturas, producido entre el 13 y el 20 de junio.

Levene Test of Homogeneity of Variances

 La aplicación del análisis de la varianza para distribuciones no paramétricas muestra que pese a lo anterior, en general estas variaciones de población no son significativas a lo largo del periodo (Kruskal-Wallis ANOVA, H = 8,18; p=0,61).

Wilcoxon Matched Pairs Test (capturas crisopas1.sta) Marked tests are significant at p <,05000

No obstante, al comparar las distribuciones correspondientes a las fechas 13 y 20 de junio mediante el test de Wilcoxon, apreciamos que en esta etapa las diferencias son estadísticamente significativas (p=0,044), por lo que se constata la presencia de un incremento significativo en este intervalo, no atribuible al azar.

Al comparar el volumen global de capturas entre las diferentes condiciones del estudio, podemos apreciar (Gráfica 6) valores superiores en la parcela de cubierta vegetal, si bien la aplicación del test de comparación de muestras no paramétricas no permite detectar la existencia de diferencias entre ambas parcelas en general (Mann-Whitney; p=0,24).

Mann-Whitney U Test (crisopas en dos colum.sta) By variable CV (1); OT(2)

Gráfica 6. Media, error estándar y desviación estándar de capturas de crisópidos en trampas Mc Phail con fosfato biamónico en ambos olivares conjuntamente

No obstante, se ha procedido a efectuar comparaciones en cada una de las fechas de muestreo, y en los resultados, como se puede observar a continuación, únicamente se detectan diferencias estadísticamente significativas en las fechas correspondientes al 4 de Julio (p=0,007) (Gráfica 7).

Gráfica 7. Media, error estándar y desviación estándar de las capturas de crisópidos en trampas Mc Phail con fosfato biamónico en el muestreo correspondiente al 4 de julio en olivar con cubierta y olivar tradicional.

2. Evolución de la depredación oófaga.

Los resultados de las observaciones de las aceitunas correspondientes a los muestreos secuenciales permiten asegurar la existencia de una gran diferencia entre las dos condiciones de cultivo. Los valores estadísticos descriptivos se presentan a continuación.

Tabla de estadísticos descriptivos. % depredación en ambas condiciones.

Al representar los correspondientes valores de depredación a lo largo del tiempo observamos que estas diferencias se mantienen durante todo el periodo (Gráfica 8).

Gráfica 8. Evolución de la depredación oófaga de P oleae (% huevos depredados por crisópidos) en sendos olivares (cubierta vegetal y olivar tradicional).

La homogeneidad entre las varianzas (Test Levene; p=0,19), permite la aplicación de test paramétricos de comparación de muestras.

Test Levene, homogeneidad de las Varianzas. % depredación en ambas condiciones.

El t-Student test indica que estas diferencias son altamente significativas (p=0,002), lo que permite asegurar que la actividad depredadora estáfuertemente influida por la presencia o ausencia de una cubierta vegetal en el cultivo.

La Gráfica 9 representa los principales estadísticos correspondientes a la depredación por parte de las larvas de los crisópidos en ambas condiciones.

Gráfica 9. Media, error estándar y desviación estándar de los valores globales de depredación oófaga (%) ejercida por las larvas de los crisópidos en olivar con cubierta vegetal y en olivar tradicional.

III. Ataque Final.

El conocimiento de la actividad depredadora en las diferentes condiciones de cultivo, entendida como % de huevos consumidos por las larvas de los crisópidos respecto del total de huevos depuesto, y su integración con la intensidad de ataque de P oleae, o ataque potencial (expresado como el % de frutos conteniendo al menos un huevo del lepidóptero), conjuntamente con el índice de población (número total de huevos de P. oleae en 100 frutos), permite determinar el grado final de ataque, o Ataque Final, entendiendo este como el porcentaje de frutos que aún continúan presentando al menos un huevo de P oleae una vez finalizada la actividad depredadora. Esta supone la eliminación de una determinada proporción de huevos del lepidóptero, y la subsiguiente recuperación de una parte de aquellos frutos que habiendo sido atacados inicialmente, han sido liberados de todos y cada uno de los huevos del lepidóptero, antes de que tenga lugar su eclosión.

Los estadísticos descriptivos del Ataque Final al finalizar el periodo, en ambas condiciones están representados a continuación.

Estadísticos descriptivos correspondientes al Ataque Final en ambos cultivos.

En la Gráfica 10 se representa la variación espacial del ataque final en las aceitunas de los olivos en las dos condiciones de cultivo. A partir del 12 de junio, observamos valores siempre superiores en el olivar tradicional, siendo los valores medios generales de 27,91 %, en contraste con el olivar de cubierta, en el que estos se reducen a un 17,91%.

Gráfica 10. Evolución del Ataque Final de P oleae (% frutos conteniendo al menos 1 huevo sin depredar por crisópidos) a lo largo del estudio en sendos olivares (cubierta vegetal y olivar tradicional).

Levene Test of Homogeneity of Variances. Ataque Final.

La aplicación del análisis de la varianza, aplicado a las series de datos de cada tipo de olivar, muestra la existencia de diferencias estadísticamente significativas (p<0,05) entre ellas. Podemos asegurar por tanto que la presencia de una cubierta vegetal en el cultivo permite una reducción significativa de la pérdida de cosecha atribuible a P. oleae.

Análisis de la Varianza. Ataque final en olivares con y sisn cubierta vegetal. (11 jul excluido) SS df MS SS Df MS F P Effect Effect Effect Error Error Error

Por último, en la Gráfica 11 se representan los estadísticos correspondientes a las dos condiciones de cultivo.

Gráfica 11. Media, error estándar y desviación estándar de los valores globales de Ataque Final en olivar con cubierta vegetal (1) y en olivar tradicional (2).

 

IV. resultados de los colectores. 1. Caída de fruto. De acuerdo con la bibliografía este lepidóptero es causa principal de la caída

de frutos, la cual ocurre principalmente en dos periodos claramente diferenciados, el primero que tiene lugar durante la segunda mitad de junio y es el denominado “caída de S. Juan”, y un segundo durante el mes de septiembre, con un máximo a finales de mes, razón por la que se le denomina “caída de S. Miguel”. Según el caso, estas se atribuyen a la penetración masiva de las larvas en las aceitunas (S. Juan) o a la emergencia de la larva desde el endocarpo hacia el exterior, previamente a la pupación (S. Miguel). De acuerdo con el objetivo de este estudio, el de valorar la pérdida de fruto ocasionada por este fitófago, y conocer la proporción que representa respecto de la cosecha total, la colocación de colectores en ramas de 5 olivos de cada olivar ha permitido la recogida del fruto caído de los árboles a lo largo del periodo de oviposición de P. oleae (junio y julio). La observación en laboratorio de estos frutos caídos ha permitido dilucidar las causas de la caída, precisando la proporción correspondiente a causa de la plaga y a causas fisiológicas.

En este sentido, en la Tabla 2 se representa el número de frutos caídos en los diferentes intervalos de tiempo en ambas condiciones, así como los parámetros referentes al ataque de P oleae en ellos.

En ningún caso pudo atribuir la caída de fruto a la penetración de las larvas hacia el endocarpo, por lo que este es atribuible a causas fisiológicas. Al representar gráficamente la caía de frutos en ambas condiciones de cultivo (Gráfica 12), se aprecia una diferencia de aproximadamente una semana entre ambos máximos, produciéndose con anterioridad en el olivar con cubierta vegetal

Gráfica 12. Evolución de la caída de fruto en ambos olivares (cubierta vegetal y olivar tradicional).

Tabla 2.

La proporción total que representan los frutos caídos fue del 25,9% (cubierta vegetal) y del 31,5% (olivar tradicional), siendo los estadísticos para cada caso los representados a continuación.

Estadísticos descriptivos. Frutos caídos.

Las varianzas resultan ser homogéneas (Levene test; p=0,90), y la aplicación del análisis de la varianza indica que las diferencias no son significativas:

Análisis de la Varianza. % Frutos caídos en ambas condiciones.

Adicionalmente, se pudo apreciar que en los frutos caídos la población de huevos fue durante todo el periodo muy inferior a la obtenida en los frutos seleccionadas aleatoriamente de los olivos, tal y como puede apreciarse en la Gráfica 13.

Gráfica 13. Evolución de las poblaciones de huevos de P oleae (no hv/100 frutos) en las aceitunas recogidas en los colectores. Se representan igualmente las poblaciones en las seleccionadas aleatoriamente en ambos casos (cubierta vegetal y olivar tradicional).

Igualmente, la evolución del Ataque Potencial en los frutos caídos fue muy inferior al apreciado en los frutos aleatoriamente seleccionados (Gráfica 14), registrándose valores similares solo a principios de julio.

Gráfica 14. Evolución del ataque potencial en los frutos caídos y recogidos en los colectores a lo largo del estudio. Se representa igualmente en los frutos seleccionados aleatoriamente en ambas condiciones de cultivo (cubierta vegetal y olivar tradicional).

2. Análisis del endocarpo en aceitunas no caídas: verificación del Ataque Final.

Una vez finalizada la penetración de las larvas, la disección de los frutos que permanecen en las ramas de los colectores, permite precisar la proporción de los efectivamente atacados, y cuantificar por tanto la proporción real de frutos afectados (estos caerían durante el mes de septiembre). Obviamente, esta proporción correspondería al porcentaje de Ataque Final. En las Tablas 3 y 4 se recogen estas proporciones para cada uno de los colectores, así como los valores totales para cada una de las condiciones de cultivo.


Tabla 4. Evolución de la caída de frutos en los colectores colocados en el olivar tradicional y resultados del análisis del endocarpo en los frutos que aun permanecen en las ramas al 1 de agosto.

Al considerar todos los datos por cada olivar conjuntamente vemos que el porcentaje de frutos afectado por P. oleae en el olivar con cubierta vegetal es del 11,2% mientras mientras que en olivar tradicional se incrementa hasta el 21,5%.

En ambos olivares (con cubierta y tradicional), estos valores de Ataque Final, que han sido verificados mediante la apertura y observación del endocarpo de los frutos no caídos de los colectores (por lo que podríamos denominar Ataque Final Real), y que permanecen unidos a la rama a mediados de agosto, son solo ligeramente inferiores a los correspondientes valores de Ataque Final calculados a partir de los datos obtenidos en las series de muestreos aleatorios llevados a cabo en los olivos (17,5% y 27,5%, respectivamente).

En cualquier caso, es manifiesta la notable reducción de frutos afectados por P. oleae en olivar con cubierta vegetal respecto del olivar tradicional (Gráfica 15).

Gráfica 15. Media, error estándar y desviación estándar de los porcentajes de aceitunas con endocarpo afectado por P. oleae en olivar con cubierta vegetal (1) y en olivar tradicional (2).

La aplicación del análisis de la varianza indica que las diferencias entre las diferentes condiciones de cultivo son estadísticamente significativas (ANOVA, p<0,05).

 

6. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES. I. Efecto de la C.V. en los parámetros de ataque de Prays oleaeLos resultados obtenidos permiten situar al año 2008 entre los

calificados de “ataque moderado”, a la vista de que el valor de población (no hv/100 frutos) observado fue de 85hv/100 frutos y 92 hv/100 frutos en el olivar olivar con cubierta y en el olivar tradicional, respectivamente. Para su adecuada comprensión, hemos de considerar que la población media en los últimos 38 años (1970 a 2008; J. M. Ramos, com. pers.) es de 205,5 hv/100 frutos, siendo los valores extremos de 10 hv/100 frutos (en 1972) y 637 hv/100 frutos (en 1978). Se desprende por tanto de lo anterior la existencia de un conjunto de factores (bióticos y ambientales abióticos) que influyan en la evolución espacio-temporal de los niveles poblacionales de P. oleae. Pese a ello, los resultados de este estudio permiten descartar el posible papel de la cubierta vegetal herbácea en el olivar de entre los factores de influencia en la dinámica de poblaciones.

Análogamente, en concordancia con lo anterior, el Ataque Potencial es igualmente independiente de la existencia de cubierta herbácea, y en cualquier caso, el año 2008 la generación carpófaga de la polilla del olivo implicaría la pérdida potencial de aproximadamente un 70% de la cosecha, en ausencia de los factores bióticos de control natural.

II. Efecto de la C.V. en la actividad de los enemigos naturales.

Entre los factores bióticos que regulan las poblaciones de P. oleae, los crisópidos son los que ejercen un papel preponderante, al eliminar una proporción considerable de los huevos depositados por la generación carpófaga (De Andrés Cantero, fecha; Ramos y Ramos, poner citas...,

Bozsik y González, González y col., congreso Hungria, 2006; Bozsik y col, 2008, congreso de Eslovenia). En este sentido, los datos aquí obtenidos nos permiten ratificar su importante papel como depredadores oófagos, habiendo suprimido durante el año 2008 una importante proporción, que oscila entre el 45% y el 70% del número total de huevos depuestos, en líneas generales.

A diferencia de lo que ocurre con P. oleae, las poblaciones de crisópidos se ven notablemente afectadas por las prácticas de cultivo. En lo que respecta a los adultos, las investigaciones desarrolladas recientemente en olivares de la provincias de Jaén y Granada han demostrado que los residuos de la cubierta vegetal durante el invierno ejercen una importante influencia:

1- Dado que las poblaciones de Ch. carnea s.l. experimentan una acusada mortalidad invernal (Sengonca y Frings, 1987), y que su invernación tiene lugar bajo las cortezas semidesprendidas, en arbustos o entre los restos vegetales (Gepp, 1967; Ickert, 1968), la disponibilidad de refugios favorece la protección frente a depredadores y cambios ambientales adversos, permitiendo por tanto una mayor tasa de supervivencia invernal. El mantenimiento de al menos una parte de estos residuos de la cubierta vegetal durante el invierno ha resultado ser de gran importancia, ya que han demostrado ser importantes centros de dispersión durante la primavera siguiente, desde los que tendrá lugar la recolonización del olivar (Samer, 2007; congreso Palencia). La importancia de mantener zonas con pastos residuales en las proximidades del olivar es aún más acusada cuando nos referimos a olivares exentos de cualquier tipo de cubierta vegetal. En estos, se ha constatado una importante escasez de efectivos durante la primavera (Samer, 2007; congreso Palencia), por lo que el adecuado manejo de la vegetación es primordial. En este sentido,

y como medida alternativa, se ha sugerido la instalación en el olivar de refugios artificiales de invernación, tal y como se ha realizado con éxito en otros ecosistemas agroforestales (Sengonca y Frings, 1989). Los resultados en olivares de la provincia de Jaén durante el invierno 2006/07 han resultado ser satisfactorios (González y col., datos no publicados), por lo que independientemente de la existencia o no de cubierta vegetal, se propone como una interesante medida de futuro para la protección y fomento de las poblaciones de crisópidos.

2- Por otra parte, el mantenimiento de una cubierta vegetal herbácea diversa durante los meses de primavera, especialmente en los meses de abril y mayo, permite la proliferación de colonias de áfidos (Medicago sativaChaenopodium sp, Cirsium sp ...) que permiten, desde del inicio de actividad de los invernales a mediados de febrero, y hasta el inicio de la oviposición de P. oleae en las aceitunas, a primeros de junio, el desarrollo de al menos 2 generaciones (González y col., datos Balta 2007). En estas condiciones el efectivo de Ch. agilis a finales de mayo, inmediatamente antes de la fructificación, es elevado en relación con el olivar carente de cubierta vegetal, lo que en estos últimos se refleja en valores de depredación muy inferiores. Dado que estas son las condiciones en que se encuentran la mayor parte de los olivares de la provincia de Jaén, la reproducción de las crisópidos invernantes queda relegada a las zonas de matorral y herbazal marginales. Obviamente, esta situación explica que la eficacia depredadora sea muy inferior, y requiera de una recolonización anual del olivar desde las zonas marginales, siendo por tanto la distancia al cultivo otro de los factores principales que limiten su eficacia. El inicio de la oviposición de P. oleae representa el detonante del

desplazamiento de la población de Ch. agilis hacia el olivar, y de acuerdo con el periodo de desarrollo (25-30 días; González y Campos, 1988)permitiría el desarrollo de dos generaciones durante el periodo de oviposición de P. oleae (junio-julio).

III. Caída fisiológica y caída atribuída a P. oleae.

Tradicionalmente se ha afirmado que la caída de fruto ocasionada por el efecto de la polilla del olivo obedece, por una parte a la etapa de penetración de las larvas hacia el endocarpo, habiéndose asociado este hecho la llamada “caida de S. Juan” dado que tiene lugar durante la segunda quincena de junio. No obstante, también se ha constatado que entre las razones que originan esta caída se encuentran también las puramente fisiológicas (citas PONER, Faustino, y Cia) lo que nunca a permitido dimensionar adecuadamente el impacto ocasionado por esta plaga. Ante la imposibilidad de delimitar los factores desencadenantes, y a la vista de que la proporción de fruto eliminado del olivo es en ocasiones considerable, el agricultor ha optado frecuentemente por la adopción de medidas de control químico contra la generación carpófaga de P. oleae, durante el mes de junio.

En nuestro caso, en ningún caso se ha podido identificar a P. oleae como agente causante de la caída de S. Juan, dado que en los frutos caídos no solo no se han apreciado huevos eclosionados en la mayoría de los casos,sino que su caída se produce como consecuencia de la escisión del pedúnculo en su zona distal, de inserción a la rama, y no en la zona de inserción al cáliz, como sería de esperar.

El porcentaje de frutos caídos, que supone un 25% de la cosecha, no parece estar influido por la presencia o ausencia de cubierta vegetal, auque en

la presencia de esta contribuye claramente a acelerarla, tal y como se aprecia en los resultados. Hasta la fecha no podemos aportar los elementos necesarios para una razonable explicación.

Por otra parte, es especialmente notable el hecho de que los frutos caídos por causas fisiológicas, los niveles de población de P. oleae sean extraordinariamente bajos en relación con el resto, lo que indica una selección bastante eficaz por parte de las hembras mediante el desarrollo de un sistema de discriminación olfativa, lo que se explicaría como una reacción adaptativa para minimizar la mortalidad y asegurar la supervivencia de la mayor parte de su progenie.

IV. Consideraciones sobre el el efecto de la C.V. en el Ataque final.

Como se ha visto anteriormente la depredación está claramente favorecida en el olivar con cubierta vegetal, lo que explica que el porcentaje de Ataque Final (% de frutos conteniendo al menos un huevo eclosionado de P. oleae) sea en este caso inferior al del olivar tradicional.

En ambos olivares, los valores de Ataque Final son ligeramente inferiores a los correspondientes de Ataque Final calculados en los muestreos aleatorios llevados a cabo en los olivos (el número de frutos conteniendo al menos un huevo eclosionado era del 17,5% y 27,5%, respectivamente. Esta desviación puede ser atribuida a varias causas: por una parte la población de frutos en el caso de los colectores procede de una población constante, solo 5 olivos de cada parcela, además de que en estos, los frutos considerados son los que se encuentran en una misma rama, por lo que carece de la aleatoriedad del primer caso. Es también importante hacer notar aquí el efecto de la mortalidad que debe de producirse durante la fase de penetración de las larvas hacia el endocarpo, y

que ha sido señalada por diferentes autores (PONER aquí), lo cual explicaría la diferencia entre los valores calculados para las diferentes etapas del desarrollo.

En cualquier caso, es manifiesta la notable reducción de la proporción de frutos afectados por P. oleae en olivar con cubierta vegetal, que representa aproximadamente el 50% respecto del olivar tradicional.

Por último, y dado que hasta finales de agosto todos los frutos infestados por P. oleae permanecían aún en los olivos, es obvio suponer que la práctica totalidad de la caída de fruto ocasionada por este fitófago tendrá lugar durante la emergencia de las larvas, una vez finalizado su desarrollo, por lo que a la llamada “caída de S. Miguel” supondría en realidad el 100% de las pérdidas atribuidas a la polilla del olivo.

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Influencia de la cubierta vegetal en el control natural sobre Prays oleae.

Manuel Civantos Ruiz y Antonio Etévez Alcalde